
como
armonías fugaces, destellos ultravioletas que me hieren
por cada poro transmutado la experiencia se vuelve más definitiva, más dañina
sofocando, respirando, intento retomar el control, el poderío de mi ser
la mente atormentada, descanalizada,
ahogada en un torbellino sin orillas, en una corriente sin horizontes
la paz efímera..
la paz en una inalcanzable diafanidad