porque me nutro del tenue recuerdo de esa tarde, porque no hay más a que aferrarse metido de cabeza en el dolor, en el vértigo, en la recurrente imagen de esa tarde : una habitación, en esa habitación tan llena, desordenada, viva, tan viva que me chocó, que me devolvió a la vida, que me demostró su fuerza frente a mi frágil estado de calma mezclado con nerviosismo, alteración, lenguaje, miradas y tiempo, de ese tiempo que fue como un milagro, como esas miradas, como las cabezas pasadas por los ventanucos mirando a la penumbra de nuestra ciudad adoptiva, fue ese gorro de lana, esa sonrisa, esa voz, esos recuerdos. nada más me conmovió, nada más que nuestras presencias regaladas, saludables, inesperadas. sufro por imposibilidad, sufro por falta, sufro por excesocinco noches mal-durmiendo en un ser ambiguo, en un ser de nuevo sensible, de nuevo herido, de nuevo inseguro
todo va tan rápido a la par que lento, todo me deslumbra a la par que lo veo con gran nitidez y por ello lloraría, por un abrazo compartido en la intimidad, por un beso, por una noche, una noche de sueño, real e palpable
me callo, me desespero porque nunca haré más que esperar o correr tras trenes vacíos
y no soy tan fuerte