29 octubre 2012

un día de esos, de pararse, de volver la cabeza hacía atrás y abrir grandes los poros





















LOS PERROS ROMÁNTICOS
En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.

Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen. Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

Roberto Bolaño

02 diciembre 2010

delincuentes pensamientos abocándome al sentimiento erróneo




constante sarta de navajas crudas perforando, rasgando, desatando toda la cólera de la sinrazón sobre mi estómago, hemorragia viva y continua. no sólo de ese dolor vivo, no sólo por/en lo que me constituye físicamente sufro.

escenarios vacíos, espacios cerrados, mínima puesta en escena de una repetición

repetición de un vacío en un escenario cerrado a la mínima y puesta en espacio de la escena

escena cerrada en su mínimo vacío en el espacio de la puesta en repetición de un escenario


19 noviembre 2010

dejando pasar trenes como camiones de remolque alocadamente lanzados por el desierto de lo real





acuérdome de épocas épicas, de dulces quereres y ojos lanzados al horizonte de lo todavía no concebido ; releyendo momentos perfectamente anodinos, no por eso faltos de méritos, no por eso carentes de alcance en una trayectoria invisiblemente trazada a golpes de suerte, a base de recolectar la materia caída de los bolsillos de la realidad , en una constante pugna contra lo indefinido, lo confuso y aún así en ellos plenamente sumergido, calado

estupefacto enfrentándome diariamente a la nulidad, a la desgana, lisiado profundamente de desidia

22 octubre 2010

claramente absorbido en el pasar de la existencia como mero entretenimiento

por la luz del día cautivado. por la luna hechizado.
en la tarde hacía el parque, volteando.
en el ojo de la desazón tumbado.

la temida cita evito. de las ideas dañinas me zafo.

de sobrado aliento me jacto. aun en la más grande asfixia.
el cuerpo al deleite cede. la mente al tiempo vegeta.




cegueras.


02 octubre 2010

asentarse cautamente y seguir indefinidamente al margen, contemplando




saltar al vacío, saltar a estornudazos, de esos que te hacen ver estrellas, de esos que te dejan desubicado, terremotado

21 febrero 2010

se de suertes omnipresentes perdiéndome por los caminos invisibles que llevan a mi mar interior


hay días salvados, agraciados
hay días valiosos en calma, en sol brillante y esclarecedor y hay pasos entrelazados en danzas y manos dadas en el ocaso de una esperanza, cuando lo anhelado es presente y abarcable y todo lo esperado llega en su ciclo, cuan lenta, cuan dolorosa sea la espera porque aun sin fuerzas, sin deseo expresado hurgo, sigo buscando y adentrando en el límite del cerro, en la hipérbole ya expuesto a su máxima tensión, en zonas de matices e paradojas expresamente violentas en su torpor, certeras en su error
el paso a la luz es desgarrador e asfixiante para él que, cegado por el último rayo, anda a gatas, cobarde e indefenso, llevado por la inercia al siguiente estado, a la próxima estación

hay gruesos e ricos instantes
hay largos y sufridos instantes en los cuales el llanto inexpresado sembla un tributo a la pérdida más profunda, al vacío más traumático e infranqueable
se de despertares que se asemejan al ensueño de un procedimiento humano cansino e ronroneante y de tentativas de cambio que desembocan invariablemente en vicios ya inherentes a una naturaleza, una condición