
el hogar del incansable
Despojado de sus raíces, con corazón de cemento y pies de plomo viaja mi amigo, atravesando las fronteras de las mentes más inaccesibles.
Sin mas hogar que su próximo destino, los días le nievan su cabello, con cada vez más arrugas en sus sueños, fija su cansada mirada en posibles sofás nuevos.
Sin ser de nadie y perteneciendo a todos, se desliza entre la urbe y el bosque de su misión.
Sin preguntarse porqués ni cuestionarse con quién continúa enamorándose de los momentos.
Estelas de su presencia transformada en recuerdos nos acompañan a los demás.
Generoso sin límites se nos da, se da a la vida de él y de otros.
Cuántas cadenas deshiciste, rompiste y te persiguen aún hoy. Pero tus pies caminan rápido, sin titubear por la senda que hoy te has marcado.
Nunca conocí a nadie a quien le importara tan poco el mañana y por eso te quiero en el mío.
Sin sentir el calor del sol y no preocuparse por no haberlo conocido es capaz de ser playa en donde todos aquellos que le conocemos haríamos la croqueta eternamente.
Sin poder dormir jamás, consigue ser el mejor reposo de cualquier otro guerrero.
Infinita gratitud por dejarme ser parte de tu mundo, amigo mío.
Ieri
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